Christmas in Coruña

Me encanta subir al norte, al mar atlántico, tan familar para mi desde mi infancia, tan terapeutico, tan sereno, tan curativo. Estas navidades las pasé allí en Galicia. Yendo a ver las abuelas de Luis y el resto del tiempo dormiendo, comiendo y caminando al lado del mar. Fuéron días tranquillos, relajantes y algo tristes para mi. Acercarme al atlántico me trae memorias, sensaciónes aprendidas al nacer, el canto de las gabiotas, las olas rompiendose, el aire salado, el olor a mar. Me vuelvo loca con todo eso, es, lo mas cercano que tengo en España a mis paises Irlanda e Inglaterra, y siempre cuando voy me quiero quedar. No sé si algún día realmente llegaré allí, no sé si algún día todo con Luis será tan perfecto para que me lleva a su tierra para siempre, pero lo deseo y él lo sabe. En Madrid estoy triste, las cosas empiezan a ir mejor, pero estoy triste porque ya sé que está ciudad no es la mía, creo que nunca ha sido, y nunca lo será. Por mi me mudaré mañana, me arreisgaría todo, como siempre lo hago, por cambiar a otra cosa. Es facíl escapar para mi, llevo todo mi vida escapando, no sé muy bien de que, pero lo de transaldar mi vida de un lado a otro lo he hecho como niña y adulto, decenas de veces. Tanto que es normal y lo deseo ahora mucho. pero también con mis 30 años deseo otras cosas de la vida, deseo una vida mas tranquilla, deseo ser mas serena yo, menos acomplejada, menos descontrolada, mas madura con un estilo de vida mas apropriada y mas cercana a mis principios, deseo alejarme del sistema, ser mas auto suficiente. A ver si la fotografía me dejaría conseguir eso un día. El problema es que lo quiero todo ahora, como siempre. La verdad es que la fotografía siempre va a estar conmigo, aunque vivo en un pueblo en Lugo o en media de la capital de españa, esto lo sé, lo único es como coño logro el cambio de vida. Porque perder mas tiempo caminando por las calles de Madrid, cuanto hay tantos sitios bellos en el mundo, me parece una estupidez. Habiamos hablado de ir este año a Galicia, pero no sé si vamos a tener los cojones. No sé que tiene que pasar para que lo hagamos, o quizá si que lo sé pero no me atrevo a decirlo.


I love going up north, the Atlantic sea, so familiar to me since my infancy, so therapeutic, so serene, so healing. I spent this Christmas there in Galicia. Going to see Luis´s grannies and the rest of the time sleeping, eating and walking by the sea. There where tranquil days, relaxing and somewhat sad for me. When I am close to the Atlantic, it brings back memories, sensations learned when I was newborn, the song of the seagulls, the breaking waves, the salty air, the smell of the sea. These things drive me crazy, it is the closest thing I have to my homelands, and when I go there I always want to stay. I don´t know if one day I will ever really live there, I don't know if things with Luis will be so perfect for him to take me to his homeland forever, but that's what I want, and he knows that. In Madrid I am sad, things are getting better here, but I am sad because I know that Madrid is not for me, I don't think it has ever been, and it will never be. If it were up to me i´d move tomorrow. I would risk everything, as I always do and am so capable of. To change everything for something new. It´s so easy for me to escape, I have been escaping all my live, I´m not sure what from, but I have moved my life from one place to another as a child and as an adult ten or 15 times. It´s normal that I desire to do the same again now. At 30 I desire something else from my life, a more tranquil existence, I desire to be a more serene person, with less complexes, less out of control, less destructive, more mature and with a lifestyle that is closer to my principles. I want to move away from the system, be more self sufficient. I wonder if photography will allow me that? The problem is I want it all now. As usual. The truth is that photography will always be with me, even if I am living in a deserted village near the sea, instead of in the middle of the fashionable area of the capital. Why waste more time walking the streets of Madrid when there is an infinite amount of beautiful places in the world. It seems so stupid. We talked about moving the Galicia this year, but I don't know if we will have the courage. I don't know what has to happen for us to do that, or maybe I do and I just don't dare to say it.